Consideraciones generales,
información y sensibilización
La aplicación de medidas de protección y prevención puede requerir la introducción de cambios importantes en
los procesos y prácticas del lugar de trabajo. Para facilitar esta transición, cabe considerar la posibilidad de
reanudar gradualmente las actividades (por ejemplo, reduciendo el número de grupos de productos o actividades)
a fin de simplificar la logística y el flujo de procesos, al menos, al comienzo del período de reincorporación
al trabajo.
Determine cuáles son los trabajadores que pueden
volver antes a trabajar. En la mayoría de los casos, es
poco probable que todos los trabajadores de una
misma empresa puedan reincorporarse a la vez. Habrá
que atender a las necesidades de la empresa al
considerar cuáles son los trabajadores, departamentos,
grupos o unidades que deberán retomar antes sus
actividades. También debería considerarse el cumplimiento
de las restricciones en curso relativas a las
operaciones comerciales y el cumplimiento de las
precauciones sanitarias, como el distanciamiento
físico. Los trabajadores que puedan continuar con el
teletrabajo deberían hacerlo. Puede pensarse en la
posibilidad de un horario de trabajo flexible, como el
escalonamiento de las horas o el trabajo por turnos, a
fin de reducir el riesgo de aglomeraciones en el lugar
de trabajo. Las empresas deberían argumentar
documentalmente la legitimidad de la lógica comercial
que anima este proceso, probando que los criterios de
selección aplicados no son discriminatorios.
Actualice las evaluaciones de los riesgos para la
salud y la seguridad (a la luz de la necesidad de
prevenir la COVID-19) con objeto de calibrar sistemáticamente
cualquier riesgo de infección en los lugares
de trabajo y determinar cuáles son las medidas
idóneas de control que deberían aplicarse. No hay que
perder de vista la jerarquía en la aplicación de estas
medidas.
Prepare el lugar de trabajo para el regreso de los
trabajadores. En particular, examine la distribución
del espacio de trabajo y haga los cambios que permitan
el distanciamiento físico; establezca un plan de
limpieza y desinfección sistemáticas de los espacios y
útiles de trabajo, así como de abastecimiento de los
suministros de limpieza y de todos los equipos de
protección que sean necesarios (como mascarillas y
guantes).
Mantenga un diálogo abierto con los trabajadores (y/o
con los sindicatos cuando corresponda). En particular,
propicie que los representantes o los comités de
salud y seguridad en el lugar de trabajo participen en
la planificación, introducción y supervisión de las
medidas profilácticas y de protección. Los trabajadores
pueden hacer importantes contribuciones al
evaluar los riesgos y proponer soluciones. Además,
puede ser necesario negociar algunos cambios con
los sindicatos o con cada uno de los trabajadores, por
ejemplo, en relación con los turnos o el teletrabajo.
Involucre a los expertos. Al elaborar las medidas de
control y prevención y el plan de «reincorporación al
trabajo», contemple la posibilidad de recurrir a los
conocimientos especializados que estén disponibles a
nivel interno y externo, como un asesor en materia de
prevención o servicios externos de salud ocupacional.
Controle de manera frecuente los requisitos y
recomendaciones emitidos por las autoridades
sanitarias y laborales pertinentes. Como la situación
epidemiológica está cambiando y los conocimientos
sobre el virus van en aumento, las recomendaciones y
los requisitos están sujetos a numerosos cambios, los
cuales deberán reflejarse en las políticas y prácticas
del lugar de trabajo. Aténgase a la reglamentación
vigente a nivel local (por ejemplo, en lo que respecta
al número máximo de miembros del personal o
clientes permitidos en los locales, las restricciones a
las reuniones, los tipos de actividades comerciales
que pueden reanudarse).
Informe e instruya a los trabajadores sobre la
COVID-19. Trate con ellos temas como cuáles son los
síntomas, de qué modo puede protegerse el trabajador,
las restricciones actuales (por ejemplo, las
prohibiciones de viaje) y la razón de ser del distanciamiento
físico. Asimismo, proporcione información
sobre las políticas, procesos y prácticas de la empresa
relacionadas con la gestión de la COVID-19. Lleve
un registro de los trabajadores que han participado en
las sesiones de información y/o capacitación, para
asegurarse de que todos los trabajadores han sido
instruidos convenientemente.
Asegúrese de que los trabajadores conozcan bien los
planes y procedimientos de la compañía con miras al
«regreso al trabajo».
Asegúrese de que los trabajadores, así como lo s
clientes y visitantes, sepan con quién pueden contactar
en la empresa si se les plantean preguntas relacionadas
con la COVID-19.
Tome medidas con objeto de ayudar al bienestar
mental de los trabajadores, teniendo en cuenta las
diversas circunstancias de cada uno de ellos.
A medida que la gente se acostumbre a la vuelta al
trabajo, es posible que aumente la tendencia a
«restar importancia a los riesgos» que entraña la
situación. Los directivos tendrán que recordar
constantemente los requisitos de las medidas en
materia de prevención y protección, y asegurarse de
que estas se aplican de forma coherente.